En este mundo masculino y poderoso en el que vivimos, parece que la palabra femenino, solo la podemos ver reflejada en otros productos que no sea el vino, a excepción de los vinos blancos afrutados tan de moda en España. Pues bien desde aquí rompemos una lanza en pro de los vinos tintos, con poco color, con perfumes en vez de aromas, con acidez en vez de golosidad y texturas ligeras en vez de mermeladas en boca, simplemente VINO.